¿Tan seguros son los coches eléctricos? Aunque el IIHS norteamericano, EuroNCAP o el RACC dicen que sí, noticias recientes parecen ponerlo en tela de juicio. Primero nos dijeron que las baterías de un Chevrolet Volt utilizado para una prueba de colisión ardieron espontaneamente en la nave donde estaba almacenado el coche.
Luego, nos dicen que las baterías del Fisker Karma pueden sufrir un cortocircuito por unas grapas mal colocadas. En este contexto, Nissan ha dado un “¡ZAS!, en toda la boca” a la competencia. Para ello han puesto un ejemplo muy gráfico, recordemos el enorme tsunami y terremoto de Japón en marzo.
En aquella ocasión, más de 20 Nissan Leaf
fueron afectados por las iras de la naturaleza. Fueron cubiertos por
agua salada, golpeados contra estructuras, volcados, deformados… y ni
uno solo presentó problemas en sus baterías. No hubo ni fugas, ni incendios, las celdas permanecieron en su sitio.
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