Cuando el Audi R8 llegó al mercado, todos tuvimos
muy claro que los de Ingolstadt habían dado el campanazo. Desde el
primer momento se catalogó como el súmmum del fabricante alemán, y en
cierta medida es toda una seña de identidad de Audi.
Si bien es cierto que con el tiempo modelos de la misma marca se han
acercado mucho a sus prestaciones -como el nuevo RS6-, es innegable que
el R8 es el más único e irrepetible. Y como tal, parece que el legado va
a continuar muchos años más…
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