La imagen que ves en pantalla sobre estas líneas pudo cazarse hace
unas semanas, según su autor, en el norte de San Francisco,
concretamente en uno de sus famosos lagos donde normalmente todos los
fines de semana familias de todo el estado suelen pasar algunos días,
sobre todo cuando hace buen tiempo.
Debido a esto es de suponer que un afortunado conductor interesado en
comprar un Ferrari California quisiera hacerse ver con este precioso
superdeportivo italiano mientras estaba realizando una prueba de conducción, lo que supone que todavía el modelo no era siquiera suyo.
Según los comentarios de las pocas personas que presenciaron el
accidente, el conductor perdió el control del superdeportivo
precipitándose cual fueraborda al lago. Es de suponer que el impacto
tuvo que ser lo suficientemente fuerte como para activar los airbags
laterales de tipo cortina del California. Al menos ni conductor ni
copiloto, en este caso el vendedor, sufrieron daños de gravedad.
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