Hace sólo unos años, el Nissan Qashqai
era un rotundo éxito, el precursor del gran aumento de ventas en la
firma japonesa y que de una forma u otra, se acabó consolidando en muy
poco tiempo como el mejor ejemplo de que un crossover hoy por hoy, es un mercado de puro éxito.
Sin embargo, con el paso del tiempo acabó quedándose en un segundo plano, quedando atrás en el sector de los crossovers urbanos… y no porque no sea un buen modelo o porque no tenga éxito frente a sus rivales, todo lo contrario. La causa está en su propia casa, y se llama Nissan Juke.
A lo largo de este último año hemos visto largo y tendido cómo
el Juke ha evolucionado el sector del crossover urbano por excelencia.
Un diseño
más extravagante, líneas más compactas y en general unas proporciones
inferiores hacen del Juke un éxito aplastante frente al Qashqai,
ganándole terreno allí donde ambos se venden. No obstante, la parte más
beneficiada de este “conflicto” de intereses es ni más ni menos, que
Nissan. Competencia entre ambos modelos que se traduce en una mejoría
notable en cada uno de ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario