Llevamos casi un año hablando del nuevo Mazda CX-5. Primero pudimos ver, en el salón de Ginebra, el prototipo que ha sido la base de este nuevo SUV de la firma japonesa: el Mazda Minagi.
Después la marca nos ofreció la posibilidad de probar el conjunto de tecnología, en forma de nuevos motores, cajas de cambio, chasis, carrocería y sistemas de seguridad, denominados tecnología Skyactiv, en prototipos de Mazda 6, que nos dejó muy buenas sensaciones. Y ahora hemos tenido oportunidad de conducir alguna de las primeras unidades pre-serie del que será el nuevo SUV estrella de la firma japonesa para el mercado europeo.
El Mazda CX-5 llegará a España en primavera, si bien podremos pedirlo en el concesionario a principios del próximo año. Se venderá con motor de gasolina Skyactiv-G de 2 litros y 165 CV, o bien diésel, de 2,2 litros, con potencias de 150 o 175 CV, a escoger. Estos motores podrán ir asociados a las nuevas cajas de cambio Skyactiv automáticas o manuales y tendrán sistema i-stop, para ahorrar combustible.
Habrá versiones 4x2 y 4x4, y un equipamiento a la última, especialmente completo en cuanto a sistemas de seguridad activa y pasiva: asistente a la frenada en ciudad, alerta de cambio involuntario de carril, asistente de cambio de carril, sistema de control de luces de largo alcance y una estructura especialmente diseñada para la absorción de impactos, entre otros.
El nuevo Mazda CX-5 viene así muy preparado para hacer la guerra a toda una legión de todocaminos: Volkswagen Tiguan, Ford Kuga, Toyota RAV4, Honda CR-V, Range Rover Evoque o Audi Q3, entre otros.
Aquí os lo explicamos con más detalle.
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