
Toda esta potencia y fuerza proviene del V8 biturbo de 4.4 litros de origen BMW, sabiamente modificado por los magos de Alpina, y asociado a un cambio automático de 8 relaciones (cuando el M5 equipa una caja de doble embrague). A nivel de prestaciones, el B5 biturbo ejecuta el 0 a 100 km/h en 4,2 segundos, mientras que la velocidad máxima es de 328 km/h. Una velocidad totalmente teórica para la mayoría de nosotros, a no ser que vivas cerca de una Autobhan o de la Stuart Highway.

Esa relación especial que Alpina mantiene con BMW es la que le permite tener acceso a los futuros BMW para ir desarrollando sus propias versiones antes incluso de que el BMW en cuestión sea desvelado al público, a cambio Alpina se compromete a no tocar nunca un BMW M (aunque en sus inicios sí lo hizo con el M3 E30). Pero no creas que eso sea un impedimento para que, junto al lujoso interior al que sólo un BMW Individual podría acercarse, Alpina proponga un modelo deportivo. Prueba de ello, este B5 Biturbo equipa un diferencial autoblocante mecánico Drexler.
Por lo demás, a nivel estético, nos encontramos con el habitual kit carrocería discreto, las eternas llantas de aleación Alpina y el color azul Alpina con los vinilos en los laterales. Lo curioso es que esos vinilos son opcionales y más de la mitad de los clientes siguen pidiéndolos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario