La inteligencia artificial se está convirtiendo en el nuevo caballo
de batalla para todas las empresas que quieren liderar el futuro de la
industria automovilística, y Toyota no quiere quedarse atrás en la
carrera por implementarla en sus coches. Por eso esta madrugada la
empresa japonesa ha anunciado la creación de una empresa de investigación y desarrollo de inteligencia artificial.
La empresa se llamará Toyota Research Institute, se ubicará en
Silicon Valley y estará liderada por Gill Pratt, experto en robótica y
ex-oficial de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de
Defensa o DARPA. La principal meta de las investigaciones, para las que
recibirá una inversión de 1.000 millones de dólares durante los próximos 5 años, será el de dotar a sus coches inteligentes de tecnologías que hagan la conducción más segura.
Esta nueva empresa comenzará sus investigaciones el próximo mes de
enero centrándose en tres objetivos fundamentales: disminuir la
probabilidad de que un coche esté involucrado en un accidente, hacer que la conducción sea accesible
para cualquiera independientemente de su habilidad, y aplicar las
tecnologías utilizadas en la movilidad al aire libre para los
interiores, pensando sobre todo en el apoyo a las personas mayores.
El resultado final sería un coche con unos sensores que actúen para proteger a los humanos,
aunque Toyota también quiere aplicar el trabajo de este nuevo centro de
investigación de manera más amplia, como por ejemplo mejorando la
eficiencia de la producción de sus productos o acelerando el
descubrimiento científico de nuevos materiales.
En palabras del propio Gill Pratt, que liderará el nuevo centro de
investigación de Toyota, "la densidad de personas trabajando en este
campo en Silicon Valley es superior a la de cualquier parte del mundo". Esto quiere decir que tendrán mucha competencia, de hecho ya contamos
que hay una carrera entre las empresas automovilísticas y las
tecnológicas para ser la referencia en la fabricación de este tipo de
coches.
Por una parte, las grandes empresas tecnológicas parecen estar consiguiendo hacer más ruido con sus avances. De hecho, si pensamos en coches autónomos seguro que a muchos se nos viene rápidamente a la cabeza el de Google. Tampoco podemos olvidarnos de una Apple que ya ha conseguido generar titulares en medio mundo sin habernos enseñado ni siquiera un prototipo.
En el otro lado de la balanza tenemos a las empresas automovilísticas de toda la vida
que, con varias décadas de experiencia a sus espaldas, también están
haciendo sus pinitos en el sector de los coches autónomos. Tenemos un
claro ejemplo en Ford, que enseñó el suyo en el MWC del 2014, o una Nissan que quiere tener preparado el suyo en 2020.
Tesla es una empresa fundada en 2003 para desarrollar coches
eléctricos, y también está consiguiendo posicionarse bien en la carrera
por los coches autónomos con el piloto automático de su Model S. Tanto está siendo así que otro fabricante clásico como Audi ya ha dicho que espera tener un competidor a la altura preparado para el 2017.
En un principio parece que la intención de Toyota no es tanto la de
hacer un coche autónomo o con piloto automático. De hecho parece que sus
pasos no están dirigidos a eliminar al piloto de la ecuación
en ningún momento, sino en implementar una serie de sensores que hagan
nuestra conducción más segura. Habrá que esperar para ver cómo lo hacen.
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