Si hay un “problema“, por llamarlo de alguna manera, en todos y cada uno de los componentes de la actual gama Audi es precisamente su parecido, algo que normalmente no suele gustar a una persona que por ejemplo compra un Audi A8 es precisamente que un Audi A4 se parezca a su vehículo
de representación en la práctica totalidad de diseño y elementos,
quizás una tónica tradicional y muy conservadora que hasta ahora les ha
dado buenos resultados.
Según el último comunicado lanzado por la compañía alemana de
los cuatro aros esta tónica pasará a la historia ya que a partir de
ahora su estudio de diseño intentará dotar de una identidad propia a cada uno de los nuevos modelos
que vayan llegando al mercado para así, poco a poco y generación tras
generación ir diferenciándose del resto de la gama. De esta forma, los
compradores finales conseguirán que un Audi A3 no se parezca al A1 o que por ejemplo un A4 no sea prácticamente idéntico en estética a un A6 salvo por ciertos detalles.
Por otro lado una gran mejora creo que es la intención de desarrollar interiores más atrevidos y destinados a una mejor experiencia para el conductor
gracias a interiores mucho más atrevidos y elegantes. Tras esta frase
no me gustaría que mal interpretes mis palabras, algo que no entra
precisamente en los planes de Audi no es abandonar en cierto modo la
sobriedad y elegancia de sus interiores, otra de las claves del éxito de
sus vehículos
Vía: wcf
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