Gemballa, esa compañía que poco a poco va
encontrando luz al final del un oscuro tunel tras la muerte de su
fundador en extrañísimas condiciones, digo extrañísimas y que no es
normal que de en quiebra una compañía con futuro y luego desaparezca por
un tiempo para acabar supuestamente asesinado en Sudáfrica.
La verdad, una trágica historia que al final acabó con la compañía en manos de un nuevo grupo directivo dispuesto a hacerla resurgir de sus cenizas cual ave fénix.
Para esto, nada mejor que utilizar el Salón del Automóvil de Ginebra
para presentar joyas realmente llamativas como el Porsche Tornado que
ves en pantalla.
Sobre el modelo, como puedes ver en pantalla, quizás la preparación
se haya orientado mucho más hacia ese extremo que ningún Porsche Cayenne
se merece. Aun así, si lo que querían era llamar la atención de todo
transeúnte que pasee por las instalaciones del conocido evento
automovilístico seguro que lo han conseguido ya que el proyecto, cuanto
menos, es difícil de digerir.
Quizás, al menos con esta preparación, se hayan colado bastante en
cuanto a tuning extremo, como decía, deberían orientar mucho mejor el
tipo de clientes que está dispuesto a modificar un vehículo cuyo precio
supera ampliamente los 100.000 euros, clientes que seguro, a no ser que
sean muy “macarras”, no se atreverán con algo así.
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