Echando la vista atrás, no han pasado muchos años desde que la
división AMG de Mercedes-Benz decidiese intentarlo con propulsión
diésel. Parecía una buena opción, aunque finalmente todo quedó en… algo
sin sobresaltos.
Si bien es cierto que los diésel ya parecían descartados para las
divisiones deportivas de las marcas premium alemanas, todo ha cambiado
con la llegada del nuevo motor Tri-Turbo diésel de BMW. Firmados por la
división M, han demostrado que hay hueco en el mercado para los
turbodiésel. Sin embargo…
…desde AMG no piensan lo mismo. Lo dicen alto y claro: no construirán un AMG diésel,
no otra vez. La firma de la estrella ha decidido optar por aplicar la
tecnología de un motor diésel a opciones gasolina. Como ejemplo exponen
el downsizing, la inyección directa y la turbopropulsión. Además,
recalcan que en términos de respuesta, sonido, agilidad y peso, los
motores gasolina siempre estarán por delante.
Descartando una opción diésel, al menos desde Mercedes-Benz no veremos una rivalidad directa con los nuevos M diésel de BMW.
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