Actualmente el sector del automóvil está sufriendo una recesión de
ventas y una crisis global que está afectando a prácticamente todos los
fabricantes… excepto algunos.
No es de extrañar que fabricantes como Ferrari o Lamborghini estén
más exentos de esta crisis que otros más generalistas, algo al fin y al
cabo comprensible teniendo en cuenta el mercado al que están destinados.
En el caso de Porsche es más o menos lo mismo, salvo que sus modelos más vendidos son los de más alta gama.
Aquí, es donde la estrategia del baby Porsche acaba lamentablemente
en entredicho. Porque visto así, los de Stuttgart saben perfectamente
que ahora un Porsche destinado a un público más generalista puede no ser
el éxito que todos esperan, ya que es el sector al que estaría
destinado el más castigado de todos… así lo admiten desde la propia casa
alemana de deportivos. ¿Conclusión?
Porsche ha concretado que el roadster alemán llegará al mercado
únicamente si la economía global mejora, especialmente el sector del
automóvil. Así que visto lo visto, los planes del pequeño biplaza quedan
actualmente parados.
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