
Como su propio nombre indica, estamos ante la versión más deportiva y radical hasta la fecha del actual SL. Llega sin que nadie se lo esperase, y por supuesto antes del Salón del Automóvil de Ginebra.
Tal y como esperábamos, la división AMG ha optado por continuar con la ya tradición del V8 Twin Turbo de 5.5 litros, instalándolo en el vano motor y optimizándolo para dar una potencia neta a las ruedas traseras de 537 caballos. En el caso de instalar el AMG Performance Package, la potencia escala hasta los 564 cv. Junto a este gran cambio de motor, continúa la mejora en las especificaciones técnicas con una reducción de peso superior a los 110 kilos respecto al anterior SL 63 AMG.
Antes de poder verlo más de cerca y de su correspondiente debut en Ginebra, quédate con que acelera de 0 a 100 kilómetros por hora en sólo 4.3 segundos, siendo de 4.2 segundos en el caso del Performance Package.
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