Si hay un preparador al que debemos tener miedo por encima del resto, ese es Mansory. Nos tiene acostumbrados a preparaciones muy psicodélicas y/u horteras, aunque hay que reconocer que su último trabajo con el Mclaren MP4-12C me sorprendió por lo discreto del resultado (para lo que es Mansory, claro).
La compañía alemana nos ofrece ahora otro nuevo proyecto, esta vez sobre un Mercedes-Benz CLS 63 AMG al que han atiborrado de fibra de carbono. Una cosa es que nos pueda gustar la fibra, que sea ideal para ahorrar peso o que esté de moda, pero… ¿esto?

Una vez atiborrado el exterior de fibra de carbono le toca el turno al propulsor. Mansory mete mano electrónicamente también al 5.5 litros V8 biturbo que ahora desarrolla 640 CV y 900 Nm de par motor máximo, en lugar de los 557 CV y 800 Nm con los que sale de fábrica.
Por dentro encontramos todavía más fibra de carbono, por si nos habíamos quedado con ganas de más, tapicería integral de cuero, pedalera de aluminio y un volante deportivo con… ¡ah, sí, fibra de carbono!
No hay comentarios:
Publicar un comentario