Hace escasamente un par de días el conductor de un Nissan GT-R tuvo
un terrible accidente contra un Volkswagen Polo, hasta aquí todo bien,
puede dolerte más o menos, pero todo más o menos correcto, sobre todo
cuando sabemos que el conductor del GT-R salió totalmente ileso mientras
que al conductor del Polo “tan solo” se le rompió una pierna.
Digo tan solo porque viendo las imágenes de ambos vehículos hay que
reconocer que el accidente tuvo que ser brutal. Al parecer y según el
propietario del superdeportivo japonés el polo se cruzó en su camino sin
posibilidad a hacer nada para poder esquivarlo, por el contrario, los
presentes en el momento del accidente tienen otra versión.
Según los testigos del incidente el Nissan GT-R iba a una velocidad
demasiado elevada para poder esquivar al pequeño compacto alemán, tanto
como para no darle ni tiempo a frenar envistiendo al pobre Polo por
detrás de una forma brutal.
Como dato, destacar que el parecer el propietario del Nissan GT-R lo
primero que hizo tras el accidente fue precisamente bajarse y llamar a
su padre “pasando” olímpicamente del otro implicado, ¿para qué
auxiliar a una victima de tus actos?, sin lugar a dudas un acto
totalmente reprochable
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