Muchos son los atrevidos que adquieren un superdeportivo de la talla del Bugatti Veyron Super Sport, uno de los vehículos más rápidos del planeta, para disfrutarlo como se merece y otros, quizás mucho más interesados, los que adquieren una unidad para, una vez todas vendidas poner a la venta su preciado vehículo y ganarse unos buenos beneficios.
Ejemplo de todo lo que digo lo tienes en fotos repartidas por toda esta entrada. Concretamente estamos hablando de un Bugatti Veyron Super Sport “Sang Noir”, un vehículo capaz de alcanzar una velocidad máxima de 434 km/h y que un concesionario de vehículos de lujo británico tiene a la venta por la escalofriante cifra de 2.4 millones de euros.
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